Por otro lado además, nos encontramos con la centralización de la información, como si no fuera ya suficiente la poca calidad de lo que se nos entrega. ¿En qué consiste el concepto "centralizar"? Bueno, básicamente consiste en sólo informar de algunas zonas del país, como Santiago-por supuesto, Santiago es Chile-, Valparaíso y Concepción si es que alcanza el tiempo, y el resto del país no existe. Me pueden decir ¿a quién le importa lo que pasa en lugares en que uno no vive? Es cierto, hay cosas que hay que saber de otros lugares, lo que no implica que sean los protagonistas del show, quiero decir, a mi no me sirve para nada saber que se crearán 10 hospitales nuevos en Santiago, si no sé si en mi ciudad se implementará aunque sea uno.
También podemos hablar sobre el resto de la programación, de la cual podemos decir que se basa en 5 cosas: Teleseries, matinales, estelares, programas juveniles super valóricos y programas que sirven para rellenar. ¡Adivinen en cual clasificación se encuentran los programas educativos!... Correcto, en los programas para rellenar. ¿Con esta programación para qué queremos colegios o universidades, si podemos educarnos en la propia casa?
Finalmente, quiero decir que la televisión es el medio que más nos maneja de entre todos, ¿o me van a decir que jamás han escuchado a alguien decir "pero no voy a comprar más este producto, porque en la tele muestran uno mejor"? Es muy común que muchas de nuestras decisiones se deban a cosas que la tele dice, y no sólo decisiones como comprar productos, sino también como decidir qué pensar sobre determinadas personas, ambientes y lugares, porque la televisión eso es hoy en día, un medio que lejos de ser útil para la sociedad, es útil para el vil capitalismo que nos quiere atrapar entre sus garras. Sí, esa es la realidad sobre nuestra querida TV; triste, pero cierta.
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