domingo, 11 de julio de 2010

No existen los mini revolucionarios!

Mientras las compañeras hablaban con fervor sobre los derechos del trabajor, el compañero que se encontraba al lado mío ladeó la cabeza y en un susurro me dijo:
-Me siento tan revolucionario-y esbozó una leve sonrisa que yo le devolví.
Seguí escuchando la charla y las ganas de hacer algo y despertar a la clase apaciguada surgían en mí, las ideas iban y venían en mi cabeza, los proyectos del futuro, los del presente y la emoción de comenzar a conocer las soluciones para la injustica social que atormentan al país, pero mi gran problema era la edad, pues a los quince años no se es tomado muy en cuenta. Decidí que no importaba, ya que algún día crecería y podría ser revolucionaria, por ahora me conformaría con serlo en una forma minimizada, una mini revolucionaria.
Cuando salimos de aquella sede, le dije en una confesión al compañero que se sentó junto a mí:
-Ahora sí me siento revolucionaria, bueno una mini revolucionaria.
-No existen los mini revolucionarios, se es o no, pero no hay términos medios.
Me quedé pensando en lo último que dijo,
se es o no, pero no hay términos medios, tenía razón, las cosas son o no son, eso es lo que la gente a veces no entiende.
-¿Lo eres?-me dijo medio en broma medio en serio.
-Sí, lo soy-sonreí.
Me tomó la mano y me ayudó con mi bolso, juntos comenzamos a caminar hacia el paradero donde aquella micro nos llevaría a nuestras casas.

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